Un pedestal de mármol a veces puede tener una historia curiosa…
Pocas veces se presenta la ocasión de hacer una réplica de una pieza antigua en el mismo material que se talló la original. Este fue el caso del trabajo realizado en 2010 y que narro en esta historia.
En los primeros tiempos de nuestra era, Xátiva gozó del privilegio de tener catedral y obispo propio, cuya sede era la catedral visigótica de Sant Feliu de la antigua diócesis de Saetabis.
Hacia el año 653, consta que asiste al VIII Concilio de Toledo el obispo Atanasio, proveniente de Xátiva.
Testimonio de estas antiguas comunidades cristianas es un importante resto arqueológico que se encuentra en el museo de l’Almodí de esta localidad: el ara consagrada por el obispo Atanasio, como se puede leer en la inscripción realizada en una de sus caras.
Esta pieza, de buixcarró (mármol rosa que se extrae no muy lejos de Xátiva) fue inicialmente un pedestal de mármol de origen romano utilizado para sustentar una estatua y que tenía una inscripción en la cara opuesta a la que ahora se puede ver.
Este pedestal de mármol, pues, se consagró para utilizarse como altar y se talló una cavidad en la cara superior para albergar las reliquias.
Y en aquel 2010, el entonces abad de la Seu de Xátiva, nos encargó la elaboración de una réplica a menor tamaño de este pedestal-altar en el mismo material, que a día de hoy se sigue extrayendo en las canteras de Barxeta y Pla de Corrals (Serra de Buixcarró).
Por tanto, dado que la pieza original se encuentra en el museo fuimos allí para poder hacer un croquis con las medidas y formas que después debíamos replicar a menor tamaño.
El resultado fue más que satisfactorio, puesto que, como se puede apreciar, las piezas resultantes (hicimos unas cuantas) parecían pequeños vástagos de la original (esta tiene una altura hasta la cintura y las elaboradas ahora tienen 25 cm de altura).
Cualquiera que visite la Seu de Xátiva podrá ver expuesta detrás del altar una de estas copias junto a objetos antiguos de índole religiosa.