Los trabajos de cantería siempre suponen una gran diversidad de actuaciones con diferentes destinos con un único componente común: la piedra natural.
En el caso que nos ocupa, se trata de una obra de restauración en la denominada Alquería dels Moros, en el término municipal de Valencia capital, en el antiguo camino de Burjassot.
Se trata de un inmueble señorial de la zona de la huerta de Valencia. Esta alquería se compone de varios edificios, siendo el principal construido en el siglo XVI.
El primer contacto que nos llegó por vía telefónica fue en invierno del año 2019, cuando se estaban llevando a cabo obras de restauración de diferente índole.
Una parte de todos estos trabajos que debían llevarse a cabo eran de cantería, tratando de recomponer algunos elementos perdidos con el tiempo.
El trabajo para el que se nos requirió a nosotros era el de tallado de una columnilla completa ubicada en el centro de una ventana geminada propia del gótico valenciano.
Este conjunto estaba compuesto por una basa, el fuste y un capitel, y debían ser una réplica de otro todavía existente en esta construcción.
La basa era relativamente sencilla, con una base cuadrada, de 18 cm de lado, con rebajes curvos y unos elementos ovoidales en las esquinas superiores, y una altura de 18 cm.
El fuste era completamente cilíndrico, de 177 cm de altura, y un diámetro de 8 cm.
En su elaboración se tuvo que acometer en dos piezas de igual longitud, que se unieron con resina epoxi y una varilla centrada de fibra de carbono.
El capitel era moldurado en la zona superior y con acanaladuras y formas curvas en la inferior. Su altura total era de 33,5 cm y la medida del cuadrado superior era de 25 cm de lado.
La piedra utilizada para este trabajo de cantería fue la arenisca de Vinaixa, y el acabado de las piezas fue lijado, quedando una superficie relativamente fina al tacto.