A la piedra natural se le pueden atribuir unas cuantas características o más bien bondades que intrínsecamente posee y que hay que recalcar en la medida de lo posible cada vez que uno tiene ocasión.
Se trata de un material creado a la vez que el propio planeta Tierra y que debido a los propios movimientos tectónicos y otros elementos superficiales de la naturaleza (relacionados con el clima) ha ido mutando en muchísimos contextos diferentes.
De esta manera, la piedra se crea, se destruye, se transforma, originando todo un universo de materiales diferentes englobados dentro de esta denominación común que forma parte de la naturaleza.
A lo largo de la historia de la Humanidad, se ha ido conformando en muchos lugares un culto a la piedra, que seguramente nace de estas propiedades que posee al tratarse de un material cuasi eterno desde el punto de vista del tiempo humano.
Esta característica de elemento que permanece invariable a lo largo de los siglos, duro, elegante incluso en su desgaste a la intemperie le imprime esta atracción por parte del ser humano que puede devenir incluso en un culto.
Existen multitud de ejemplos, tanto en piedras trabajadas como en formas naturales de piedra, sin intervención humana, que, por su forma, ubicación, tamaño, o cualquier otra característica han sido veneradas a lo largo de los siglos.
En su forma natural, a la piedra ya se le atribuyen ciertos atributos sagrados en algunas religiones (piedras en la fe islámica) o atributos mágicos en otras creencias paganas (monte Uluru), y seguramente otras muchas más que desconocemos.
Como elementos trabajados existen infinidad de ejemplos que muestran que el culto a la piedra está dotado de una importancia enorme en todo el mundo.
Piedras con todo tipo de inscripciones. Desde que existe la escritura las hay, con significados trascendentales.
Piedras talladas: en todas las culturas más cercanas son ejemplo las cruces, altares, y otras, con una simbología importante.
Piedras esculpidas como representaciones de figuras de dioses, personajes, animales, plantas y otros objetos que son venerados a lo largo de los tiempos.