MANTENIMIENTO Y LIMPIEZA DE LA PIEDRA NATURAL
La limpieza de la piedra natural es una parte de su mantenimiento esencial para preservar su belleza y durabilidad.
Este tipo de material, proveniente directamente de la naturaleza y que puede variar en tamaño y forma, requiere un enfoque cuidadoso y adaptado a sus características específicas.
Las piedras más comunes, como el mármol, el granito, la arenisca, la caliza y la pizarra, presentan diferentes propiedades que influyen en la elección de productos y herramientas para su limpieza.
En épocas pasadas, los métodos de limpieza eran rudimentarios, utilizando principalmente agua y jabón.
Hoy en día contamos con una amplia gama de productos especializados que permiten una limpieza de la piedra más efectiva y segura, aunque nunca hay que menospreciar los métodos y productos usados desde siempre.
Por ejemplo, el mármol y las calizas, debido a su composición, pueden dañarse con productos ácidos. Por ello, se recomienda el uso de limpiadores neutros y esponjas suaves. Para piezas de mármol pulido, un paño de microfibra puede ser suficiente para eliminar el polvo y las manchas.
El granito, conocido por su resistencia, se puede limpiar con soluciones más potentes, pero siempre es aconsejable evitar limpiadores abrasivos que puedan rayar su superficie.
Para la pizarra, que suele ser más rugosa, se pueden utilizar cepillos de cerdas suaves y agua tibia, evitando productos que contengan químicos agresivos.
Además, el mantenimiento regular incluye la aplicación de selladores que protegen la piedra de manchas y desgaste. La frecuencia de este sellado dependerá del tipo de piedra y su uso; por ejemplo, las superficies en cocinas pueden requerir un sellado más frecuente que las de baño.
Para estos casos existen actualmente multitud de productos protectores, hidrofugantes, oleofugantes, intensificadores de color, consolidantes…
En resumen, la limpieza de la piedra natural es un proceso que ha evolucionado con el tiempo. Con el uso de herramientas y productos adecuados, es posible mantener la belleza de estas piezas, independientemente de su tamaño y forma, asegurando que conserven su esplendor a lo largo de los años.