Una rejilla de piedra es un elemento que se suele usar en muchos casos como elemento práctico y decorativo a la vez.
Su uso ha sido, evidentemente, en aquellas construcciones que ya empleaban la piedra como material de construcción (aunque esto no tiene por qué ser así).
La utilidad es como cualquier rejilla de otros materiales: permitir el paso del aire a través de la pieza dificultando a la vez el paso de animales (al menos de cierto tamaño) y otros elementos indeseables.
Sin tener un pedido concreto de este producto, se nos ocurrió allá por el año 2019 hacer una serie de piezas sencillas, que pudiesen ofrecerse a un precio económico.
Elaboramos entonces 8 unidades de un tipo de rejilla de piedra, de 15 x 15 cm, en piedra de Vinaixa, una arenisca muy homogénea y de grano fino que se trabaja muy bien.
La idea era que las perforaciones diesen a la pieza un aspecto de rosetón sencillo. Por lo tanto, con esta idea, dibujamos una forma simétrica circular y lo llevamos a la piedra.
Hicimos unos calados pasantes a la piedra de 2 cm de espesor y después de lijar los laterales para eliminar marcas, redondeamos todas las aristas de la cara anterior de las piezas.
Una vez hecho esto, simplemente se lijó toda la superficie, dándole un aspecto uniforme, libre de marcas, liso al tacto.
Ya podía usarse como salida de gases, ventilación o la utilidad que quiera dársele con su colocación en un muro, comunicando el interior con el exterior.
No cabe duda de que su estética no tiene nada que ver con una rejilla de plástico o metálica. Apostamos siempre por materiales naturales.
Además, este diseño no tiene por qué ser algo inamovible, puesto que en el taller de Torregris se puede elaborar cualquier otro formato de rejilla de piedra, cambiando las medidas o diseño de dibujo.