La piedra natural proviene de la naturaleza directamente. Es un material creado en las entrañas de la Tierra hace millones de años.
Su formación lleva diferentes caminos que dan lugar a multitud de variedades de piedra, englobadas en tres grupos principales: ígneas, sedimentarias y metamórficas.
Diferentes condiciones y materiales iniciales generan pues piedras de todo tipo: con diferente grano, con vetas, aguas, sombras, con colores claros y oscuros…
EXTRACCIÓN DE LA PIEDRA NATURAL
Antiguamente, la piedra se extraía en las canteras de forma manual. Se usaban picos, palancas, cuñas y el ingenio en el amplio sentido de la palabra.
Una vez se comenzaron a utilizar explosivos el rendimiento fue mucho mayor. También con este método se generaba mucho material de escombrera y se dañaba a la estructura de algunos tipos de piedra.
Con los actuales métodos se aprovecha más y se generan menos materiales residuales. Se ha generalizado bastante la extracción de los bloques mediante corte con hilo diamantado. De esta manera ya salen escuadrados de la cantera.
PIEDRA NATURAL VS PIEDRA ARTIFICIAL
Como podemos ver, la piedra natural es el material por excelencia. Independientemente de su uso, su forma definitiva o su tratamiento superficial, la materia en si no sufre alteración alguna de como la creó la naturaleza.
Nada que ver con la piedra artificial, que para su elaboración se han de aplicar una serie de procesos industriales que conllevan el uso de productos químicos, consumo de energía y todo tipo de residuos.
Por tanto, cuanto mejor es el uso de la piedra natural en cualquier ámbito de nuestro entorno, sabiendo que hacemos bien al Medio Ambiente, usamos un material de calidad superior y no es tan diferente en precio.
De todas formas, atendiendo a este tema concreto, una cosa está clara: la calidad permanece y el precio se olvida.