Las primeras herramientas para piedra que se utilizaron en la antigüedad fueron otras piedras que al tener más dureza iban socavando aquellas otras a las que unos hombres con mucha paciencia querían dar forma.
Después ya se emplearon los metales (bronce, hierro), y de unas herramientas simples de golpeo surgieron las macetas (añadiéndoles un mango), los punteros (con punta afilada para penetrar mejor en la piedra) y toda una serie de herramientas para piedra con diferentes usos que han llegado hasta nuestros tiempos.
En la actualidad, las macetas utilizadas pueden ser de acero o de madera dura (roble, encina u olmo). Las macetas metálicas (las más generalizadas) pueden ser rectas, curvadas o de campana (también llamadas gallegas o portuguesas).
Las herramientas para piedra más generalizadas son:
- Puntero: ya hemos hablado de ellos. Se utilizan para desbastar con rapidez.
- Gradina: con dientes planos o en punta.
- Cincel: boca plana y anchura variable.
- Uñeta: cincel de boca muy estrecha.
- Bujarda: para hacer lechos, desbastar y dejar acabado abujardado.
- Taladro: para hacer orificios.
- Escoda o trinchante: Muy usado desde la antigüedad, sobre todo en el Románico y el Gótico.
- Escafilador: para eliminar material sobrante por encima de las líneas de corte de las aristas en desbaste incluso de piedras duras.
- Media caña: parecido al cincel pero con filo redondeado.
Todas estas herramientas para piedra, en la actualidad, pueden fabricarse en acero forjado (en una fragua de herrero) o tener la punta (zona de trabajo) de metal duro (widia).
También hay que decir que lo habitual en la mayoría de talleres es utilizar martillo neumático (accionado por aire comprimido) en lugar de golpear las herramientas con maceta.
También hay otros elementos utilizados en el taller de cantería, de gran importancia para el buen desarrollo de los trabajos:
- Regla: para mediciones y realización de líneas rectas.
- Escuadra: para comprobar líneas y superficies perpendiculares.
- Plantilla: en chapa de cinc o madera fina de marquetería.
- Falsa escuadra: con dos brazos articulados, nos permite regular un ángulo determinado.
- Compás: con dos brazos de igual longitud, para el trazado de circunferencias.