Los escalones macizos de mármol son un tipo de piezas que raramente se elaboran, ya que, en la actualidad, lo que más se suele hacer es formar el peldaño de una escalera con una pieza horizontal a modo de huella y una vertical, frontal como tabica (contrahuella).
En este caso se trataba de elaborar escalones macizos de inicio de escalera, similares a los antiguos, puesto que el cliente y su destino así lo requerían.
Su ubicación sería la de la Casa Llaudes, en el casco antiguo de Xátiva (Valencia), un edificio señorial del siglo XVII, en la calle Corretgería, muy cerca de la Seu.
El material elegido por el cliente para elaborar los escalones macizos es el mármol rosa de Buixcarró, un material muy elegante, compacto, con unos tonos y brillo espectaculares.
Este mármol se obtiene de la cantera cercana a Pla de Corrals, en la sierra de Buixcarró, en el término municipal de Quatretonda.
Este material ha sido muy utilizado y valorado a lo largo de la historia, existiendo multitud de elementos trabajados desde época romana.
El tipo de escalones macizos que se debían elaborar en aquella primavera de 2019 eran los que existían en muchas casas con cierta historia. Con un tipo de moldura en la parte frontal muy típica en esta zona.
Además, como se trataba del escalón de arranque de la escalera, en un lateral debía seguir una curva semicircular, a la vez que la moldura comentada seguía esta forma.
Para aprovechar al máximo los sólidos de los que se disponía, los escalones se tallaron en dos piezas: una la principal, alargada, y la otra, unida a esta en la zona curva.
Entre ellas se procedió a un pegado con resina y varillas interiores de refuerzo.
Una vez pegadas, se les trabajó la forma definitiva de curva y moldura, para llegar finalmente al lijado y pulido del conjunto.