DECORACIÓN Y PIEDRA
Belleza y piedra van de la mano en muchas ocasiones porque la belleza es lo que captamos de algo o de alguien que nos agrada, nos conmueve, nos incita a disfrutarlo…
Esto que captamos nos llega a través de nuestros sentidos, sobre todo de la vista y el oído, pero también ayudan el olfato, el tacto y el gusto.
Cuanto hablamos de un material como la piedra natural es indudable que esas características que posee y que se han conformado a lo largo de millones de años nos llegan a emocionar de muchas maneras.
Porque emoción y piedra se encuentran desde el momento en que contemplamos y tocamos este noble material, engendrado por las fuerzas de la naturaleza.
Además, el hombre es capaz de realzar su belleza natural trabajándola. Modificando su forma y textura superficial.
Es increíble a veces ver los colores que afloran del interior de rocas que, erosionadas de forma natural, parecen guardar de forma celosa en su seno.
La decoración trata de embellecer todo aquello que nos rodea y que captamos en nuestra vida, mejorando el objeto o edificio con el fin último de hacernos sentir mejor.
Todo este universo de materia que nos envuelve puede estar compuesto por muchos materiales diferentes, naturales o artificiales.
Entre los naturales podemos citar algunos como la madera, metales (aunque muchos conllevan un proceso industrial importante en su obtención), y piedra, por supuesto.
En el caso de la piedra, después de su extracción en la cantera, se acometen normalmente otros trabajos de corte, tallado y acabados superficiales.
En estos trabajos posteriores es cuando se elaboran piezas de cualquier tipo, que, con utilidad práctica o sin ella, se convierten en objetos decorativos, o, incluso, en obras de arte.
Tantos y tantos elementos de piedra natural forman parte del mundo de la decoración…